Título: Media Guerra (Half a War)
Trilogía: El Mar Quebrado #3
Autor: Joe Abercrombie
Año: 2015
Género: Fantasía / Aventura
La princesa Skara ha sido testigo de cómo todo lo que amaba se convertía en sangre y cenizas, Como única superviviente de su dinastía derrotada, deberá vencer sus miedos, afilar su mente y luchar por Throvenlandia convertida en reina.
El padre Yarvi ha recorrido un largo camino para convertirse de esclavo tullido en poderoso clérigo. Ha conseguido que sus antiguos enemigos se vuelvan sus aliados y la logrado la paz, aunque sea inestable. Pero ahora la abuela Wexen ha levantado el mayor ejército que se ha visto desde que los elfos se enfrentaron a Dios.
Todos se preparan para la batalla que se está gestando: entre ellos Raith, el portador de la espada de Grom-gil-Gorm. Para él, la presencia de Skara es un bálsamo para cualquier herida. Algunos han nacido para luchar, quizá para morir. Otros prefieren vivir en la luz. Pero cuando la Madre Guerra extiende sus alas, amenaza con sumir todo el mar Quebrado en la oscuridad más profunda.
Frases
“Rey o campesino, grande o insignificante, fuerte o débil, sabio o necio. La Muerte nos espera a todos.” - Yilling el Radiante
“La confianza es como el cristal. Encantadora, pero solo un necio apoya demasiado peso en ella.” - Rulf
“Nuestra alianza es un barco en mar revuelto. Si lo agujeramos con rencillas, sin duda acabaremos todos ahogados.” - Yarvi
“Solo media guerra se libra con espadas. —Se apretó la sien con un dedo, tan fuerte que dolió—. La otra media se libra aquí. - Skara.
“El padre Yarvi tejía sus redes para los hombres, y no había forma de saber quién terminaría atrapado en ellas.”
“Podría pasarse el día entero embobado mirando a Skara, pero que lo arrancaran del puesto por el que siempre había luchado para convertirlo en su esclavo era harina de otro costal.”
“A Raith le parecía tan elegante y perfecta como una reliquia creada por manos élficas. Tan calmada, confiada y serena en tan elevada compañía como un lago en las montañas, reflejando las estrellas. Una chica —o una mujer— que no albergaba ni el más mínimo temor.
Skara no había pasado más miedo ni cuando se enfrentó a Yilling el Radiante.”
“—Yo treparé por vos —dijo Raith. Skara no lo había visto sonreír hasta entonces, y fue como si se encendiera una llama en aquel rostro frío, que hizo brillar sus ojos de valentía y picardía y lo volvió más arrebatador que nunca—. Tiene que ser mejor que hablar, ¿verdad?”
“Al igual que los gusanos de las manzanas, los secretos acostumbran a retorcerse y escapar.” - Koll
“-¿Luchamos? —murmuró Espina. Siempre era la primera solución que se le ocurría.”
“Solo se puede conquistar los miedos afrontándolos. Si los rehúyes, te conquistan ellos a ti.”
“El sabio no libra guerra alguna, pero solo un necio libra más de una a la vez.” - Laithlin
“La sensación de la victoria es agradable, pero siempre fugaz.” - Rey Fynn
“Te liberó de tu juramento, Espina Bathu. Ya no eres mi Escudo Elegido. Ahora debes ser nuestra espada. ¡La espada que se cobre venganza de Yilling el Radiante!” - Reina Laithlin
“Antes pensaba que había héroes en el mundo. Pero el mundo está lleno de monstruos, hermana Owd. Quizá lo máximo que podamos esperar sea contar con el más terrible de ellos en nuestro bando.” - Skara
“No había más que decir. Hasta el último de ellos sabía lo que estaba en juego.
Todo.”
“Pensó, no por primera vez, en lo que podría haber pasado si fuesen personas distintas, en un lugar distinto y un tiempo distinto. Si ella no fuera una reina y él no fuera un asesino. Pero nadie podía elegir quién era.”
“Solo media guerra se libra con espadas, mi reina, y vos habéis librado la otra mitad con habilidad y valor.” - Gorm a Skara
“Rin nunca hacía las cosas a medias.”
Skara: princesa de Trovenlandia, nieta del rey Fynn. Prima de la reina Laithlin. Joven de diecisiete años, valiente y lista. Menuda y delgada, de cabello de rizos negros, pómulos finos y marcados, de ojos grandes y de color verde oscuro. Padre Yarvi: clérigo del rey Uthil. Nació con una deformidad en la mano izquierda. Joven unos años mayor que Espina, pero con los ojos de un hombre mayor, de color entre gris y azulado, fríos y tranquilos. Es muy delgado, de piel blanquecina y pelo claro. Es conocido como un hombre astucioso. Hijo menor del Rey Uthrik y la reina Laithlin, renunció a su linaje real al ingresar a la clerecía. Raith: joven vansterlandés, porta espadas y copero de Gorm. Arrebatador, brusco y sin modales. De pelo blanco, muy corto y cejas surcadas de cicatrices y pestañas completamente blancas, cara blanquecina y endurecida como la plata esculpida. Jenner el Azul: viejo insolente y taimado, más saqueador que comerciante, amigo del rey Fynn. De barba y escasa cabellera. Capitán del Perro Negro. Koll: joven de unos dieciséis o diecisiete años, delgado, de ojos vivos y nervios rápidos, con el cabello del color de la arena y una marcada mandíbula. Aprendiz del padre Yarvi, según el cual tiene manos diestras y buen juicio y un sentido del humor algo descontrolado. Espina Bathu: joven guerrera, de renombre por sus pasadas hazañas, de unos dieciocho o diecinueve años, más alta que la mayoría de los hombres, de cara larga, mejillas vacías, nariz afilada y ojos enfurecidos. Escudo Escogido de la reina Laithlin, y esposa de Brand. Reina Laithlin: conocida como la Reina Dorada, esposa del rey Uthil. Mujer muy inteligente, directa, astuta, imponente, fría, dura, brillante y directa, de cabellera dorada y ojos de color gris azulado. Rey Uthil: rey de Gettlandia. Un hombre con el rostro lleno de cicatrices, canoso, de ojos grises, y voz rasposa, que no conoce el miedo ni la clemencia, un rey al que cualquier guerrero seguiría con orgullo. Groom-gil-Gorm: rey de los vansterlandeses, conocido como “Rompeespadas” y “Hacehuérfanos”. Un hombre imponente, extremadamente alto, de rasgos marcados y torcidos, de larga cabellera y barba salpicada de canas. Piel blanca, con cicatrices que lo revelan como un gran guerrero. Skifr: llamada Sun-nara-Skun en la tierra de los alyukos, llamada Scarayoi, la Caminante de las Ruinas, en Kalyiv. Extraña mujer de piel oscura, con franjas quemadas en la parte izquierda de su cara, sin media ceja y calvas en su pelo rapado y canoso (producto del castigo de la abuela Wexen, que ordenó quemar su casa). Se auto define como ladrona, experta asesina, oficial de derrota, luchadora, astrónoma, exploradora, historiadora, poeta, chantajista, cervecera y profetiza aficionada. Buscada por la clerecía, acusada de allanar las ruinas élficas de Strokom y robar algunas reliquias. Hermana Owd: mujer de rostro rollizo y rostro muy redondo. Aprendiza de la madre Scaer y luego clériga de la reina Skara. Yilling el Radiante: guerrero de la abuel Wexen. Hombre delgado, de rostro atractivo y labios regordetes, que dice no temerle a la muerte. Rakki: hermano gemelo de Raith, portarscudos de Groom-gil-Gorm. Rulf: timonel del Viento del Sur y mejor amigo del Padre Yarvi. Hombre mayor y robusto, calvo, de barba gris, con un amplio rostro maltratado por el clima y la guerra, lleno de arrugas y cicatrices. Brand: joven de unos dieciocho o diecinueve años, bien parecido y de buen corazón, dado a ayudar a otros. Grandote y fuerte como un buey. Un joven leal y amable, pero en nada perceptivo. Esposo de Espina. Rin: hermana menor de Brand, un año mayor que Koll. Reconocida como la mejor hacedora de espadas en Gettlandia. Madre Scaer: clériga del rey Grom-gil-Gorm. Mujer de cabeza afeitada y ojos azul intenso. Alta, delgada y muy pálida, con brazos tatuados. Soryorn: portaestandarte de Groom-gil-Gorm, alto esclavo shendo, con marcas a hierro en la espalda, quemaduras en forma de árbol con las ramas extendidas. Rey Finn: rey de Trovenlandia. Tío de la Reina Laithlin. Hombre de un genio infame, de aspecto extraño y amorfo: su barbilla se fundía con el cuello, el cuello con los hombros y los hombros con la barriga. De pelo ralo y canoso. Abuelo de Skara. Madre Kyre: clériga del rey Fynn, mujer hermosa, alta y delgada. Madre Adwyn: mujer de facciones duras, de cabello rojo fuego, afeitado por los dos lados, dejando ver las runas que lleva tatuadas en torno a las orejas y levantado con grasa por el centro en forma de aleta pinchada. Clériga de la abuela Wexen. Maestro Hunnan: maestro de armas de Gettlandia, quien fuera entrenador de Espina y Brand, entre otros. Abuela Wexen: primera de los clérigos, mujer de cara redonda, con aire maternal, con profundas arrugas junto a los ojos, pelo encanecido muy corto, con una voz heroica, grave, suave y poderosa sin tener que esforzarse, una voz que exige obediencia. Alto Rey: hombre que parece un despojo marchito, con la cara toda huesos y pellejos lacios, con unos pocos matojos de canas como barba, pero con ojos brillantes y endurecidos como el pedernal. Varsolaf: príncipe de Kalyiv, considerado un hombre despiadado. Joven apenas unos años mayor que el padre Yarvi. Inexpresivo, totalmente calvo, sin nigún pelo en la cabeza, barbilla ni cejas. No es fornido y su voz es seca y sibilante. Isriun: esclava y clérigo de Varsolaf. Exceptuando una fina trenza que nace encima de una oreja, tiene el cabello rapado hasta dejar solo una pelusa rubia. Lleva una estrecha argolla de plata en torno al cuello largo y delgado y otra en la muñeca, unidas por una fina cadena. Una de sus mejillas está tatuada con un caballo, símbolo de Kalyiv. Prima de Yarvi y sobrina del rey Uthil. Dosduvoi: amigo del padre Yarvi por sus pasadas aventuras en la travesía del Viento del Sur. Fror: amigo del padre Yarvi por sus pasadas aventuras en la travesía del Viento del Sur. Dunverk: uno de los guerreros del Alto Rey, Compañero de Yilling el Radiante, llamado el Buey, que custodian la fortaleza del cabo de Bail, hombre gigantesco, con un tatuaje arremolinado en un lado del musculoso cuello. Brinyolf: el tejedor de plagarías de Thorlby. Edni: una de las chicas a las que estaba entrenando Espina. Asborn el Intrépido: compañero de Yilling el Radiante.
La trilogía llega a su fin, pero no es un desenlace de cuento de hadas, donde todos los malos obtienen su merecido, donde siempre el amor triunfa y todos terminan viviendo felices y comiendo perdices. Es un final realista, donde las consecuencias de los errores cometidos no pueden ser ignoradas, donde el bien mayor debe aplastar los deseos personales. Donde, al final, nos damos cuenta de que todos tropezamos con piedras en nuestro camino. Algunas nos hacen tambalear pero seguimos adelante, otras nos hacen caer de rodillas y nos provocan heridas, pero nos levantamos nuevamente. Y hay otras que pueden llevarnos incluso a la muerte.
¿Hasta dónde somos capaces de llegar para cobrar venganza? ¿Qué estamos dispuestos a perder para cumplir nuestros juramentos?
En esta última entrega volvemos a tener nuevos protagonistas, sin que se dejen a un lado los anteriores. Son desde sus puntos de vista que se cuenta la historia. Podemos ver cómo van siendo moldeados por sus decisiones, algunas favorables, otras no tanto. Y conocemos a fondo sus dudas, sus miedos, sus esperanzas y sus sueños. Por supuesto, extrañé saber lo mismo de Espina y el padre Yarvi. Tal vez me hizo falta un poco más de protagonismo de Espina en las batalla de la fortaleza del cabo de Bail. Pero, insisto, no era ella quien debía destacar.
A pesar del uso de malas palabras, que siempre me ha parecido inapropiado sin importar la temática de la novela, a pesar de las descripciones de situaciones algo desagradables, que otros autores omiten completamente pero que, reconozco, son parte de la realidad, recomiendo si duda este libro y los dos anteriores.
Y confieso que voy a extrañar la astucia del padre Yarvi, la inteligencia de la reina Laithlin, la valentía de Espina, la bondad de Brand, la entereza de Skara, la nobleza de Reith, la ferocidad de Groom-gil-Gorm, la tenacidad del rey Uthil, la singularidad de Skifr, las indecisiones de Kroll, la independencia de Rin, la fidelidad de Jenner el Azul, la agudeza de Sumael y la lealtad de Rulf.
La travesía por el Mar Quebrado ha sido larga pero satisfactoria. Es una historia que merece ser leída y recordada.
Leer el resto de mis comentarios (Spoiler).
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