Título: El León, la Bruja y el Ropero (The Lion, the Witch and the Wardrobe)
Saga: Las Crónicas de Narnia #1
Autor: C. S. Lewis
Año: 1950
Género: Fantasía / Aventura / Infantil / Cristianismo
Durante la Segunda Guerra Mundial, cuatro niños son enviados fuera de Londres, a la inmensa casa de un viejo profesor. En ese lugar, en una habitación, hay un antiguo armario. En su interior cuelgan numerosos abrigos... al fondo está Narnia, donde siempre es invierno pero nunca Navidad.
En este mundo se internan los cuatro niños para vivir sorprendentes aventuras.
Cumpliendo con las viejas profecías, los niños, junto con el león Aslan, serán los encargados de liberar al país de la tiranía de la Bruja Blanca y recuperar la alegría para todos los habitantes de Narnia.
1. El León, la Bruja y el Ropero
2. El Príncipe Caspian
3. El Viaje del Explorador del Amanecer
4. La Silla de Plata
5. El Caballo y su Niño
6. El Sobrino del Mago
7. La Última Batalla
2. El Príncipe Caspian
3. El Viaje del Explorador del Amanecer
4. La Silla de Plata
5. El Caballo y su Niño
6. El Sobrino del Mago
7. La Última Batalla
"Había dejado la puerta abierta, por supuesto, pues comprendía que sería una verdadera locura encerrarse en el armario."
"Hija de Eva, de la lejana tierra del Cuarto Vacío, donde el eterno verano reina alrededor de la luminosa ciudad del Ropero, ¿te gustaría venir a tomar el té conmigo?" - señor Tumnus
" -No es bueno beber sin comer, Hijo de Adán -dijo la Reina un momento después-. ¿Qué es lo que te apetecería comer?
-Delicias turcas, por favor, su Majestad -dijo Edmundo."
"Acusar de mentirosa a una persona en la que siempre se ha confiado es algo muy serio. Muy serio, ciertamente." - el Profesor
"¡Lógica! ¿Por qué hoy no se enseña lógica en los colegios? Hay sólo tres posibilidades: su hermana miente, está loca o dice la verdad. Ustedes saben que ella no miente y es obvio que no está loca. Por el momento, y a no ser que se presente otra evidencia, tenemos que asumir que ella dice la verdad" - el Profesor
"El mal se trocará en bien, cuando Aslan aparezca. Ante el sonido de su rugido, las penas desaparecerán. Cuando descubra sus dientes, el invierno encontrará su muerte. Y cuando agite su melena, tendremos nuevamente primavera."
"Levántate, Señor Pedro Fenris-Bane. Pase lo que pase, nunca olvides limpiar tu espada." - Aslan
"¡Miren, no es más que un gato grande, después de todo!"
"A pesar que la Bruja sabía de la Magia Profunda, hay una magia más profunda aún que ella no conoce. Su saber llega sólo hasta el Amanecer del Tiempo. Pero si a ella le hubiera sido posible mirar más hacia atrás, en la oscuridad y la quietud, antes que el Tiempo amaneciera, hubiera podido leer allí un encantamiento diferente. Y habría sabido que cuando una víctima voluntaria, que no ha cometido traición, es ejecutada en lugar de un traidor, la Mesa se quiebra y la Muerte misma comienza a trabajar hacia atrás." - Aslan
"Una vez rey o reina de Narnia, eres rey o reina para siempre. ¡Séanlo con honor, Hijos de Adán! ¡Séanlo con honor, Hijas de Eva!" - Aslan
"Ella ha sometido a un encantamiento al país entero y, desde entonces, aquí es siempre invierno y nunca Navidad."
Lucy Pevensie: Una de los hermanos Pevensie (la cuarta y última en orden de nacimiento). Aslan le da el título de Reina Lucy, la Valiente.
Peter Pevensie: el mayor de los hermanos Pevensie. Es muy protector con sus hermanos y trata de ser una figura paterna cuando su padre se va a la guerra. Es conocido también como El Gran Rey Peter, el Magnífico.
Susan Pevensie: una de los hermanos Pevensie (la segunda en orden de nacimiento). Se la identifica como la voz de la lógica y la razón entre los hermanos Pevensie. Posee el cuerno de Narnia, un cuerno mágico que cuando es soplado, siempre traerá ayuda. Susan usa un arco como arma. El arco también es mágico, ya que cada vez que su tirador confíe en él, difícilmente fallará un tiro. Aslan le da el título de Reina Susan, la Benévola.
Edmund Pevensie: uno de los hermanos Pevensie (el tercero en orden de nacimiento). Se lo identifica como alguien inocente y rencoroso, ya que es quien traiciona a sus hermanos. Tras este acto, su carácter cambia dramáticamente. Posee como arma una espada, es bueno jugando al ajedrez, y es muy buen estratega. Aslan le da el título de Rey Edmund, el Justo.
Aslan: león con la capacidad de hablar, con una melena dorada y unos ojos inmensos, majestuosos, solemnes e irresistibles.
Bruja Blanca: reina malvada de Narnia.
señor Tumnus: fauno, amigo de Lucía.
Fenris Ulf: lobo negro de gran tamaño, jefe del ejército de los lobos de la Bruja Blanca.
Cuatro hermanos son enviados a pasar las vacaciones a la casa de un viejo profesor a las afueras de Londres. La casa es enorme y por lo mismo solitaria, por lo que Pedro, Susana, Edmundo y Lucía no tienen otra compañía que ellos mismos.
Un día en el que no podían salir debido a la lluvia, deciden explorar la casa. Encuentran una pequeño cuarto vacío, con tan sólo un antiguo ropero con espejos. Los niños se van, menos Lucía, que quiere ver que hay dentro. Al revisar encuentra varios abrigos de pieles, al adentrarse más siente una segunda corrida de abrigos, pero no toca el fondo. Sigue avanzando y de pronto se da cuenta que ya no está entre abrigos, sino que entre árboles, y que ya no pisa madera, sino nieve. Camina un poco más se encuentra en medio de un bosque nevado.
Junto a un farol encuentra a un fauno, quien sorprendido le pregunta si ella es una Hija de Eva, para lo cual Lucía no tiene respuesta. El fauno, que se presenta como el señor Tumnus, invita a Lucía a tomar té a su casa. Tras pensarlo Lucía acepta y en la cueva del señor Tumnus éste se pone a tocar una flauta que adormece a Lucía. Al despertar el señor Tumnus está llorando, y le dice a Lucía que él es malo, que trabaja para la Bruja Blanca y que su misión es atrapar a cualquier Hijo de Adán o Hija de Eva que encontrara, pero que no pude hacerlo por la simpatía que ahora siente por Lucía. Tumnus le dice a Lucía que se devuelva por donde vino y ella obedece. Reaparece por el ropero, gritando que no se preocupen, que ella está bien. Sus hermanos, al verla, le dicen que no tiene razón para estar preocupados, y, a pesar que Lucía dice haber estado fuera varias horas, sólo han pasado algunos segundos. Ella les cuenta su aventura, pero al revisar el armario, no encuentran más que abrigos.
Algunos días después deciden jugar a las escondidas, y Lucía vuelve al ropero, ya dudando de lo que había visto, y es seguida por Edmundo. Edmundo no puede encontrar a Lucía y de pronto se ve a si mismo dentro de un bosque, sin señales de su hermana. Allí se encuentra con una mujer muy alta, vestida completamente de blanco y de porte muy imponente. Ella lo trata muy mal y le dice que es la Reina de Narnia, pero al saber que es un humano le ofrece unas ricas delicias turcas. Mientras más delicias turcas come Edmundo, más desea seguir comiendo. Y mientras come la Reina le preguntaba sobre de dónde vino, si tiene hermanos, cuántos, acerca de Lucía, etc.
Finalmente lo convence de que vuelva otro día a Narnia con sus hermanos y que los lleve a su castillo (le dice donde queda), y que allá le convidará más delicias turcas. Al regreso, Edmundo se encuentra con Lucía, quien está feliz de saber que no es la única que ha entrado en Narnia, y le cuenta que el señor Tumnus está bien, y que la Bruja Blanca, quien se ha autoproclamado Reina de Narnia, no ha sabido de su encuentro con Lucía.
De regreso al otro lado de la puerta del armario, al hablar con sus hermanos, Edmundo no admite que ha ido a Narnia, y sólo se burla de su hermana, lo que la hace llorar. Sus hermanos lo recriminan y deciden ir a hablar con el profesor para ver si Lucía tiene algún problema. Éste les dice que no existe ninguna prueba de que Lucía esté mintiendo y que no se preocupen.
Todo sigue normalemente hasta un día en que se está realizando un tour por la casa a algunos visitantes, y para no molestar se esconden en el ropero. Así, los cuatro niños llegan a un bosque nevado. Piden perdón a Lucía, reprenden a Edmundo, y tomando unos abrigos se aventuran en el bosque pidiéndole a Lucía que sea su guía. Se dirigen hacia la casa del señor Tumnus y encuentran en ella una nota que dice que ha sido apresado por orden de la reina con el cargo de alta traición.
En eso aparece un petirrojo, haciendo señas para que lo sigan. Parten tras él, y luego de un buen tramo, Edmundo piensa que lo que hacen no esta bien. Le dice a Pedro que duda si el fauno realmente era el bueno y la Reina la mala. Finalmente el petirrojo se pierde de vista, y los niños no saben dónde se encuentran.
Repentinamente sienten movimiento en unos árboles, y aparece un Castor, que les habla. Los invita a su casa y dice que se apuren, porque no tienen mucho tiempo. Pronto llegan a un dique, en el que los está esperando la señora Castora, quien les prepara una rica comida. Luego el Castor les dice que probablemente el señor Tumnus esté convertido en piedra para esos instantes, y que no hay nada que ellos puedan hacer. Además les cuenta que Aslan está cerca, y que existe una profecía que dice que cuando Aslan llegue, se acabaría el invierno y el reinado de la Bruja Blanca. Cuando los niños preguntan quién es Aslan, el Castor les cuenta que es el hijo del Emperador de Más Allá de los Mares, y que es un gran León. También les dice que existe otra profecía que cuenta que cuando la carne de Adán se siente en Caír Paravel, los malos tiempos se irán para siempre. Deciden partir a la Mesa de Piedra, donde deberían reunirse con Aslan, pero se dan cuenta que Edmundo ya no está. Aún así, deciden partir.
Edmundo va pensando sólo en comer más delicias turcas. Cuando llega al palacio de la Reina encuentra el patio lleno de estatuas de piedra, entre las cuales se halla un león. Edmundo se siente más valiente y lo único que piensa es en ser príncipe y darle una lección a su hermano por haberlo molestado. La Bruja se molesta al ver que viene sólo, pero Edmundo le cuenta acerca de los castores y de Aslan, así que la Bruja no le da tanta importancia a eso y parte rápidamente hacia el dique de los castores, llevándose a Edmundo.
Mientras, los demás van en camino por un escabroso sendero, para que no los pueda seguir el trineo. Ha dejado de nevar y pronto llegan a una cueva. La nieve empieza de nuevo y los niños deciden descansar y dormir un poco. Al despertar escuchan ruido de campanas - la bruja, probablemente- y al salir encuentran un trineo, pero no de la bruja, sino de Santa Claus. Por primera vez el invierno se está acabando, y el hechizo empieza a romperse. Santa le regala a Pedro un escudo y una espada, a Susana un arco y un cuerno, que debe tocar cuando esté en peligro y recibirá ayuda; a Lucía una daga y un líquido que puede curar mágicamente, a la señora Castora una máquina de coser y al señor Castor le termina de construir su dique. Luego de desayunar, los niños y los castores continúan el camino.
La Bruja y Edmundo notan como la nieve se va derritiendo poco a poco, y en el camino se encuentran con una fiesta que la bruja interrumpe. Poco a poco la bruja convierte a todos en piedra, y siguen avanzando hasta donde pueden, puesto que ya no queda nieve y el trineo no puede avanzar. Entretanto, Fenris Ulf se dirige al dique de los castores. A esta altura Edmundo ya se está arrepintiendo de haber avisado a la bruja.
Para ese entonces los demás están llegando a la mesa de piedra, rodeada de animales, y sobre ella un imponente León, Aslan. Pedro es el primero en acercarse, y Aslan la da la bienvenida. Pedro le cuenta la traición de Edmundo. Aslan le muestra a Pedro el palacio de Cair Paravel, donde están los 4 tronos. Fenris Ulf y su ejército atacan a la Susan y Lucy, pero Pedro los vence mantando al jefe de los lobos, por lo que Aslan lo nombra Sir Pedro Fenris Bane.
La Bruja se preparaba para matar a Edmundo, y él ya no sabe que hacer, cuando escucha un montón de ruidos, oye a la Bruja gritar, se encuentra en manos de otras personas y luego se desmaya. La bruja ha escapado. Luego se encuentra con sus hermanos a quienes piden perdón. Un sirviente de la Bruja trae un mensaje para Aslan. Poco después la misma Bruja pide hablar en persona con Aslan, a quien le recuerda una de sus leyes en la que se menciona que ella tiene derecho de matar a cualquier traidor. Aslan habla a solas con la Bruja, y luego avisa a los demás que ya todo está resuelto. La Bruja se retira exigiendo que el trato que ha hecho con Aslan se respete.
Preparan los planes para la batalla que se aproximaba. Esa noche Susana y Lucía no pueden dormir y se levantan. Ven al León caminando lentamente. Las niñas lo acompañaron, y llegaron a la Mesa de Piedra, donde la Bruja y sus secuaces lo esperaban. Escondidas para que no las vean, las niñas ven como matan a Aslan sin ninguna oposición por su parte. Luego que los demonios se retiran, las niñas se acercan a Aslan y lloran a su lado. Le sacan el bozal, y permiten a unos ratones cortar las amarras, liberando el cuerpo inherte del gran León.
A la mañana siguiente, cuando las niñas regresan para ver el cuerpo de Aslan, descubren que éste ha desaparecido. De pronto, una voz les habla a sus espaldas, es Aslan, vivo, quien les cuenta de un antiguo encantamiento, desconocido por la Bruja, que decía que cuando una víctima voluntaria, que no ha cometido traición, es ejecutada en lugar de un traidor, la Mesa se quiebra y la Muerte misma comienza a trabajar hacia atrás.
Aslan lleva sobre sus lomos a las hermanas y se dirigen hacia la casa de la Bruja. Allá vuelve a la vida a las estatuas de piedra, incluyendo al Señor Tumnus, y luego se dirigen al campo de batalla.
Al llegar, con un rugido Aslan se abalanza sobre la bruja, y al poco tiempo la batalla ha terminado. Edmundo es quien ha tenido la idea de romper la vara de la bruja, lo que permitió que los demás sobrevivieran mientras Aslan llegaba. Los heridos son curados. La guerra ha terminado.
En el palacio de Cair Paravel, los cuatro niños son nombrados Reyes y Reinas de Narnia. Comienza la que será conocida como la Época de Oro de Narnia.
Mucho años después, siendo las reinas y reyes ya jóvenes, intentando dar caza al Ciervo Blanco, se encuentran en el Páramo del Farol, que apenas pueden reconocer. Y casi sin darse cuenta, llegan al ropero y luego casa, pero volviendo a tener la misma edad que tenían al iniciar su aventura y descubren que tras el ropero el tiempo casi no había transcurrido.
Cuando le cuentan lo ocurrido al Profesor Kirke, él no sólo no se sorprende sino que les dice que no se preocupen, que algún día regresarán a Narnia pero que no deben intentarlo por ellos mismos, simplemente ocurrirá.
No se imaginan la emoción que sentí, varios años atrás, cuando me enteré que harían una película del primer libro de Narnia. Y no es que ignorara que el libro ya ha sido llevado a la pantalla grande y chica. En 1979 Bill Meléndez dirigió una película animada y 1988 Marylin Fox se encargó de dirigir la versión para la BBC.
Pero nada se comparaba con esta nueva producción dirigida por Andrew Adamson y producida por Walt Disney Pictures y Walden Media, que fue estrenada el 7 de diciembre de 2005.
Reparto:
Georgie Henley: Lucy Pevensie
Skandar Keynes: Edmund Pevensie
William Moseley: Peter Pevensie
Anna Popplewell: Susan Pevensie
Tilda Swinton: Bruja Blanca
James McAvoy: Sr. Tumnus
Jim Broadbent: Profesor Kirke
Fue increíble cuando junto a mi hija mayor (a quien desde pequeña le había transmitido mi amor por Narnia y, al igual que yo, ya se había leído los libros) vimos por primera vez y en el cine, el primer trailer de la película. Nunca olvidaré la cara de Sussan al encontrarse en medio de la nieve: "it is impossible".
Me gustó mucho la película. Me encantaron los personajes, sobre todo la adorable Lucy y el majestuoso Aslan, que gracias a la moderna tecnología computacional, cobra vida en la pantalla de forma magistral. La historia es muy fiel al libro.
Hay algunas diferencias (siempre las hay) pero son mínimas. Tal vez lo único que estuvo un poco débil fue en transmitir la profunda impresión que provoca Aslan en los niños y así poder entender por qué las pequeñas, sobre todo Lucy, llegan a amarlo tanto. El libro tiene esa capacidad, por eso, indiscutiblemente, nunca pierdas la oportunidad de profundizar en la historia original cuando la película que te gusta está basada en un libro. En la mayoría de las veces te llevarás una grata sorpresa.
Es un cuento de hadas lleno de encanto, con una malvada bruja y un mundo en peligro que nuestros valientes héroes deben salvar.
Es una historia maravillosa que encantará a grandes y pequeños. Leí y disfruté la saga completa, lo mismo que mi hija mayor. Y ahora vuelvo a sumergirme en estas páginas llenas de mágicas aventuras mientras le leo la historia a mis pequeños hijos, de cuatro hermanos que descubren un mundo nuevo detrás del ropero. Tal vez, al cerrar sus ojitos, también puedan ellos llegar a ese mundo maravilloso y vivir sus propias aventuras en compañía de Aslan, el señor Tumnus y los demás animales que pueden hablar.
C.S. Lewis tenía una teoría acerca de la literatura infantil, y era que si un libro merecía la pena a los cinco años, tenía que seguir mereciéndola a los cincuenta. Por ese motivo, Las crónicas de Narnia fue concebido como un libro para leer a los niños, como un libro que fuera leído por niños y también por adultos, que pudieran disfrutarlo en el ocaso de sus vidas.
Es una teoría que comparto plenamente.
Excelente libro!!!
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