Título: Susurros (Splintered)
Saga: Susurros #1
Autor: A. G. Howard
Año: 2013
Género: Fantasía / Romance / Juvenil / Aventura
El País de las Maravillas existe…
A Alyssa Gardner las flores y los insectos le hablan. Teme que su destino sea acabar en un psiquiátrico, como su madre, pues una vena de locura recorre a la familia desde tiempos de su antepasada Alicia, la niña que inspiró el País de las Maravillas de Lewis Carroll.
Pero, ¿y si los susurros de las flores no son alucinaciones? ¿Y si el País de las Maravillas existe y la está llamando?
Alyssa descenderá por la madriguera del conejo hacia un mundo mágico, pero también despiadado. Durante su increíble aventura, tendrá que decidir en quién confiar: en Jeb, su mejor amigo, por el que siempre se ha sentido atraída, o en el fascinante y seductor Morfeo, su guía en el País de las Maravillas y con el que lleva soñando desde que era niña.
1. Susurros
2. Delirios
“Escúchame bien, Alyssa Victoria Gardner. Lo normal es subjetivo. No dejes que nunca nadie te diga que no eres normal.” - Papá
“Las margaritas esconden un tesoro. Un tesoro enterrado.” - Alison
“—Por favor, intenta entender… —dice mi padre— cuánto la necesito de vuelta en casa.
—Yo también la necesito.
—¿Y no harías cualquier cosa para que eso ocurra?
—Sí. Incluso descendería por la madriguera del conejo. —Y doy un portazo.”
“No puedo tirarme de cabeza a un túnel si ni siquiera alcanzo a ver dónde termina.” - Alyssa
“Alyssa Gardner, de la Corte Humana, yo ser.”
“Me voy a enamorar de un artista. Y vamos a tener dos hijos y a vivir en
el campo. Una vida tranquila, para que podamos oír a nuestras musas y
responder a sus llamadas.” - Alyssa
“No te preocupes. Lo que pasa en el País de las Maravillas se queda en el País de las Maravillas, ¿de acuerdo?” - Alyssa
“Alicia dejó ondulaciones en nuestro mundo que sólo tú puedes alisar.” - Morfeo
“—Te fuiste —lo acuso, luchando por mantenerme despierta—. Estaba herida… y me dejaste allí.
—Un error que juro, por mi vida mágica, que nunca volveré a cometer.”
“Pequeña y tímida flor —susurra, cubriéndome con su dulce aliento—. Piel contra piel vamos a borrar tu dolor.” - Morfeo
“—Soy yo quien pierde el control. He dibujado cientos de bocetos de tu
cara y sigo sin tener bastante. —Delinea el hoyuelo de mi barbilla con
el pulgar—. Tu cuello. —Su palma se mueve por mi garganta—. Tu… —Sus dos
manos encuentran mi cintura y me levantan de la mesa, de nuevo frente a
frente—. No voy a desperdiciar otro segundo en dibujarte —susurra
contra mis labios— cuando en lugar de eso puedo tocarte.
Aprieta su boca contra la mía.”
“Por eso la clave para abrir la caja es la esencia del corazón. Ahí es donde se encuentra el mayor poder del mundo.”
“No volveré a matar un bicho mientras viva…” - Alyssa
“—Nunca lo habría supuesto.
—¿El qué? —pregunta con un susurro ronco.
—Que eras uno de esos seres del País de las Profundidades con una rara tendencia a la gentileza y el valor.”
—Yo también la necesito.
—¿Y no harías cualquier cosa para que eso ocurra?
—Sí. Incluso descendería por la madriguera del conejo. —Y doy un portazo.”
—Un error que juro, por mi vida mágica, que nunca volveré a cometer.”
Aprieta su boca contra la mía.”
“Pequeña florecilla de rojo y melocotón,
Atrapas chicos con tu hermosa cabecita;
Provoca y juega, sé tímida, no seas tontita,
Pues algún día le romperás el corazón.”
—¿El qué? —pregunta con un susurro ronco.
—Que eras uno de esos seres del País de las Profundidades con una rara tendencia a la gentileza y el valor.”
Alyssa Victoria Gardner: alumna del último curso del instituto, tataratataranieta de Alicia Liddell, la chica que inspiró la novela de Lewis Carroll, Alicia en el País de las Maravillas. Hija única, de un metro ochenta y cinco de estatura, de cabello color rubio platino y ojos azul claro como el hielo.
Jebediah Holt, Jeb: vecino y amigo desde la infancia de Alyssa, dos años mayor que ella. De piel realmente bonita, morena y «tersa, suave al tacto». Largas pestañas negras, ojos verde oscuro, y dientes blancos y perfectos.
Morfeo: criatura de las profundidades, chico con cuerpo azul y luminoso y alas negras en su espalda. Pelo, que lleva largo hasta los hombros, de color azul y brillante. Piel pálida de porcelana, ojos profundamente negros, labios redondeados y de textura oscura. Dientes rectos, blancos y brillantes. Alrededor de los ojos tiene marcas permanentes, como los tatuajes, pero de nacimiento. «Son negras, como pestañas exageradamente largas, y zafiros en forma de lágrima embotan los extremos puntiagudos. El efecto es hermoso, de una forma macabra y circense». Posee un profundo acento inglés. Morfeo es una viva contradicción: una magia potente pero contenida, un carácter en que la bondad está en guerra constante con la severidad, una lengua hiriente como la cola de un látigo y sin embargo una piel tan suave que bien podría parecer que está envuelto en nubes.
Cornelio Blanco: el Conejo Blanco del libro. Fiel súbdito de la Corte Roja. Criatura minúscula, enana, del tamaño de un conejo pequeño. Las piernas, brazos y el cuerpo son humanoides pero no tienen carne, son sólo un esqueleto blanco como la cal. Tiene las cadavéricas manos cubiertas con guantes blancos y botas que protegen los pies. La excepción a su apariencia esquelética es su cabeza calva y su rostro de anciano, cubierto con piel tan pálida como la de un albino. Sus ojos desprenden un resplandor rosa. Tiene dos dientes largos y rotos. De detrás de cada una de sus diminutas orejas humanas salen unas largas astas blancas. En la penumbra sus cuernos parecen orejas.
Thomas Gardner: padre de Alyssa, de pelo oscuro, ojos marrones y metro ochenta y cinco de estatura. Bondadoso y con buen sentido del humor.
Alison Gardner: madre de Alysson, internada en un siquiátrico debido a su deteriorado estado mental. Ojos color azul intenso, como los de su hija.
Jenara Holt, Jen: hermana de Jeb y la mejor amiga de Alyssa, de ojos verdes.
Taelor Tremont, Tae: novia reciente de Jeb, que mantiene una relación de enemistad con Alysson desde que le contara a todo el instututo que ella era descendiente de la original Alicia del libro, de pelo, largo hasta los hombros.
Sedosa: criatura humanoide del tamaño de un grillo. Hada voladora fosforescente de color lima, desnuda y con escamas brillantes cubriendo sólo lo necesario, con diseños elegantes y circulares. Tiene las orejas puntiagudas y el pelo largo y resplandeciente. Sus ojos son bulbosos y metálicos como los de una libélula, como si llevaran gafas de sol de cobre. Sus alas son lechosas y blancas, y el borde es algo parecido al forro de diente de león. Sus palmas no son más grandes que el cuerpo de una mariquita y posee una voz de campana.
Reina Marfil: de gran belleza, delicada y pálida como la luz de la luna. Unas marcas como tatuajes negros cubren sus sienes en una red venosa, como si hubieran presionado las alas de una libélula contra un sello para transferir la imagen a su piel. Sus ojos son de un azul tan pálido, casi incoloros, y las largas pestañas se curvan hacia arriba con cada pestañeo. Tiene las cejas plateadas y cristalinas como si estuvieran cubiertas de hielo. En las esquinas exteriores hay dos líneas negras que descienden hasta sus pómulos y terminan en forma de lágrima, como si estuviera llorando tinta. Los labios son de un rosa pálido, curvados y encantadores como un corazón. Sus emplumadas alas blancas se arquean altas y elegantes como las de un cisne, complementando la curva de su largo cuello bajo el pelo plateado que le llega a la cintura.
Reina Granate: viste ropajes color rubí y cintas en los dedos de pies y manos que imitan sus llameantes cabellos. Hermanastra de la Reina Roja.
Hermana Uno de las Gemesas: de ojos azules como el cielo y labios como la lavanda en un atardecer de noviembre. Su piel es tan translúcida que parece un dibujo en papel de calco, reluciente y sedosa, con pelo del color de las virutas de un lápiz. Usa un vestido a rayas blancas y rojas, de corpiño ajustado como el uniforme de una voluntaria de hospital pero con una falda con polisón larga y ondulante que da la sensación de que pertenece a la época de la Regencia. En lugar de piernas posee ocho extremidades articuladas, negras y brillantes como las de una araña. Es como si alguien hubiera cogido su torso y lo hubiera enganchado al tórax de una viuda negra.
Hermana Dos de las Gemesas: su cuerpo, ropa y patas son iguales a las de su hermana. Pero le gotea sangre de las cicatrices y los cortes frescos de la cara. En su mano izquierda, unas tenazas de jardín hacen las veces de dedos.
Señor Octobeno: similar a una morsa, tiene dos colmillos gigantes con imágenes de serpientes y llamas furiosas talladas en el marfil. Bajo los pliegues de grasa, la parte inferior de su cuerpo es de tentáculos, sinuosos como los de un pulpo y cubiertos de ventosas. Es como si alguien hubiera mezclado dos especies distintas y creado una morsa-pulpo, o una octo-morsa. Al final de las aletas posee dedos humanos. Sus bigotes, largos y rubios contra su piel marrón canela, caen bajo sus orificios nasales. Debe pesar más de quinientos kilos.
Samuel Sombrerero: el Sombrerero del cuento. No está loco, de hecho, es un tipo bastante normal y alegre, cuando está despierto. No posee cara.
Marcela Libra: la Liebre de Marzo del cuento. No tiene piel, solamente carne viva, similar a un conejo desollado, pero con cara, con expresión demencial y un brillo de locura en sus ojos blancos. Sus ojos blancuzcos resplandecen como canicas cuando sonríe, y su boca sin labios revela tres dientes torcidos y amarillentos.
Dor Milón: el Lirón del cuento. Un raton del tamaño de un jerbo, pero con una delgada colita peluda como la de una ardilla y cubierta de escarcha, con ojazos negros.
Duendes: seres de colas largas y el rostro de primate, similares a los monos araña, pero lampiños. Su piel calva rezuma una baba plateada. Sus ojos son saltones y plateados, sin pupilas ni iris, por lo que brillan como monedas húmedas, resplandecientes incluso en la penumbra. Sus pisadas dejan un rastro de gotitas aceitosas. Llevan pequeños cascos de minero con linternas. Son dóciles y tímidos y les encanta todo lo que brilla. Cuando crecen mudan la piel como las serpientes, sólo que, a diferencia de ellas, su piel se descompone en parches grasientos antes de caerse, proporcionándoles una relación especial con los muertos.
Humphrey: el Humpty Dumpty del cuento. Una criatura grande con forma de huevo con ojos de color amarillo huevo, nariz roja y amplia boca. Una banda de tela lo rodea en su parte más ancha, bajo la boca, justo encima de unos brazos y piernas larguiruchos que brotan de su cuerpo como escobillas. Sus piernas con cortas. Dos solapas triangulares a cuadros azules hacen las veces de cuello. Una tira de lino verde ocupa el lugar que habría estado destinado a una corbata. Finas grietas le atraviesan el perlado cascarón.
Marcela Libra: la Liebre de Marzo del cuento. No tiene piel, solamente carne viva, similar a un conejo desollado, pero con cara, con expresión demencial y un brillo de locura en sus ojos blancos. Sus ojos blancuzcos resplandecen como canicas cuando sonríe, y su boca sin labios revela tres dientes torcidos y amarillentos.
Dor Milón: el Lirón del cuento. Un raton del tamaño de un jerbo, pero con una delgada colita peluda como la de una ardilla y cubierta de escarcha, con ojazos negros.
Duendes: seres de colas largas y el rostro de primate, similares a los monos araña, pero lampiños. Su piel calva rezuma una baba plateada. Sus ojos son saltones y plateados, sin pupilas ni iris, por lo que brillan como monedas húmedas, resplandecientes incluso en la penumbra. Sus pisadas dejan un rastro de gotitas aceitosas. Llevan pequeños cascos de minero con linternas. Son dóciles y tímidos y les encanta todo lo que brilla. Cuando crecen mudan la piel como las serpientes, sólo que, a diferencia de ellas, su piel se descompone en parches grasientos antes de caerse, proporcionándoles una relación especial con los muertos.
Humphrey: el Humpty Dumpty del cuento. Una criatura grande con forma de huevo con ojos de color amarillo huevo, nariz roja y amplia boca. Una banda de tela lo rodea en su parte más ancha, bajo la boca, justo encima de unos brazos y piernas larguiruchos que brotan de su cuerpo como escobillas. Sus piernas con cortas. Dos solapas triangulares a cuadros azules hacen las veces de cuello. Una tira de lino verde ocupa el lugar que habría estado destinado a una corbata. Finas grietas le atraviesan el perlado cascarón.
Comencé a leer el libro pues la sinopsis se veía interesante: ¿una chica que escucha el hablar de flores e insectos y que está relacionada con el País de las Maravillas? Sonaba prometedor.
Pero ya en el primer capítulo me encontré con una jovencita que se dedicaba a hacer obras de arte con insectos muertos, y que mas adelante se describía a si misma como mentirosa y ladrona. Mmm, eso no me sonaba bien. Mientras seguía leyendo, el escenario se mostraba oscuro, siniestro, con un claro estilo gótico, que por cierto no es mi estilo (recuerden que de gustos no hay nada escrito). No estaba segura si seguir leyendo o no, pues no creía que la historia pudiera atraparme lo suficiente como para pasar por alto los detalles con los que no me sentía cómoda.
Decidí entonces dejar a un lado el libro y ponerme a leer la novela que le servía de fondo, Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas. Quería conocer los detalles de la historia original antes de verme influenciada por los matices oscuros que Susurros presentaba.
Terminados los dos libros de Lewis, me propuse darle otra oportunidad a Alyssa y... sin darme cuenta quedé atrapada dentro de la madriguera del conejo y no tuve otra opción que seguir leyendo.
Sí, la historia te atrapa, de un segundo a otro te ves acompañando a Alyssa en una aventura llena de encrucijadas, misterios, engaños y verdades a medias, donde nada es lo que parece, donde el fin justifica los medios.
Y lo que sin duda terminó de cautivarme fueron los personajes, sobretodo Morfeo.
*** Inicio Spoiler ***
Un ser mágico, son sus envolventes alas, misterioso y seductor, que me hace pensar en un depredador hipnotizando a su presa para que caiga rendida a sus pies antes de devorarla. Suena extraño, ¿verdad? Pero es interesante el lazo invisible que mantiene con Alyssa. Es tan fuerte que, ni aún tras descubrir que Jeb le corresponde en cuanto a sus sentimientos, ella puede dejar de sentirse atraída por este extraño ser, a pesar de sus mentiras y engaños.
Igual debo decir que siento que le faltó más dramatismo a la lucha final, es decir, tras tanto ser alertada sobre el enfrentamiento con la Reina Roja, esperaba que la cosa fuera mas colosal. Pero igual disfruté el desenlace. Me gustó imaginarme a la enfermera viendo a Alyssa atravesar el espejo, con extraños tatuajes en el rostro y hermosas alas transparentes. Ideal para quien trabaja atendiendo pacientes en un psiquiátrico.
Y hablando de lo que más me gustó, creo que en primer lugar es cuando a Alyssa le salen las alas y se descubre como el verdadero ser mágico que es y Jeb la observa completamente asombrado, admirándola. También debo agregar cuando Jeb se le declara... supongo que es difícil no querer estar en lo zapatos de Alyssa en ese momento. Y, bueno, la mayoría de los encuentros entre Morfeo y Alyssa. Sí, debo reconocer que Morfeo fue mi personaje favorito.
*** Fin Spoiler ***
En resumen, fue un libro que me atrapó cuando menos lo esperaba y que me hizo desear estar en el lugar de la protagonista a pesar de lo extraño y peligroso de su viaje.
Había escuchado muchas cosas del libro, pero me acabaste de convencer. Se ve que es una historia increíble y llena de eso que buscamos los lectores.
ResponderEliminar¡Saludos!
Pues lo empecé a leer hace poco, y se ha convertido en mi fav hasta ahora. Precisamente buscando representaciones de los personajes di con esta página. Fascinante la verdad.
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