Título: En Busca del Azul (Gathering Blue)
Saga: El Dador #2
Autor: Lois Lowry
Año: 2000
Género: Distopía
Nora, una huérfana con una pierna torcida, vive en un mundo donde los “débiles” son dejados de lado. Desde el momento en que muere su madre, teme por su futuro hasta que es perdonada por el poderoso Consejo de Guardianes.
La razón es que Nora tiene un don: sus dedos poseen la habilidad de bordar de manera extraordinaria. Supera con creces a la habilidad que mostraba su madre, por lo que se le encomienda una tarea que ningún otro miembro de la comunidad puede desarrollar.
Mientras su talento la mantiene viva y le supone ciertos privilegios, se da cuenta que está rodeada de misterios y secretos. Nadie debe saber su intención de descubrir la verdad sobre su mundo, además de averiguar qué existe más allá de sus límites.
La razón es que Nora tiene un don: sus dedos poseen la habilidad de bordar de manera extraordinaria. Supera con creces a la habilidad que mostraba su madre, por lo que se le encomienda una tarea que ningún otro miembro de la comunidad puede desarrollar.
Mientras su talento la mantiene viva y le supone ciertos privilegios, se da cuenta que está rodeada de misterios y secretos. Nadie debe saber su intención de descubrir la verdad sobre su mundo, además de averiguar qué existe más allá de sus límites.
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El Dador En Busca del Azul El Mensajero |
Frases
"Enorgullécete de tu dolor", le había dicho siempre su madre. "Eres más fuerte que los que no tienen ninguno."
Mat arrugó la cara, pensando.
— "¿Qué es un regalu?" —preguntó.
Nora se sorprendió de que no lo entendiera.
vampirecheetah / deviantart |
de una enfermedad y su padre fue atacado por las bestias en una cacería antes de que ella naciera. Su madre le decía que sus manos fuertes y su cabeza sabia compensaban por la pierna tullida, que era una ayudante robusta y segura en el taller de tejido, lo cual decían todas las tejedoras. De gruesos y oscuros cabellos.
Mat: niño travieso y alegre, amigo de Nora.
Jacobo: miembro del Consejo de Guardianes y protector de Nora. Es un hombre alto, de cabello oscuro y más bien largo, bien peinado y recogido en la nuca con un adorno de madera tallada; de manos grandes y dedos largos.
Tomás: entallador, encargado del báculo del orador. Según Nora, no es feo, tiene la piel clara, los ojos alegres y el pelo espeso, castaño rojizo. Al sonreír enseña una mella en uno de los dientes de delante.
Anabela: anciana encorvada, de pelo blanco, con las manos deformadas y manchadas. La tintorera, poseedora del conocimiento para crear los distintos colores. Le quedaban pocos dientes y su piel estaba toda arrugada, pero en los ojos no tenía nubes.
Vandara: mujer alta y musculosa. Llevaba el pelo, largo y enredado, echado hacia atrás y mal recogido en la nuca con una correa. Tenía los ojos oscuros. La cicatriz quebrada que le cruzaba la barbilla y le bajaba por el cuello hasta el ancho hombro era la huella, se decía, de un antiguo combate con un animal del bosque. Para todos la cicatriz era un recordatorio de su valentía y fuerza, así como de su malevolencia. Había sido atacada y herida, se decían los niños al oído, por querer robar una cría de animal de la guarida de su madre.
A mi parecer Lois es una excelente escritora, pues aunque la historia no está llena de grandes aventuras, sabe cómo mantener el interés del lector capítulo a capítulo.
Pero lo que no logro entender es por qué insiste en dejar sus libros como inconclusos, con un final repentino que no explica ni responde a las decenas de interrogantes con las que nos quedamos.
Leí en un blog que sólo al final se entiende cuál es la relación de esta historia con el libro anterior, cuyo final tampoco me agradó... pero por más que me esfuerzo, no logro encontrar dicha conexión. Para mi en lo único que se relacionan es que ambas cuentan la historia de un joven/jovencita que vive en un mundo distópico con el cual no están conformes...
Que pena, pues me hubiera encantado seguir leyendo más sobre Nora, saber qué haría con el manto, qué sería lo que realmente ocultaba esa sociedad... un final demasiado abierto para mi gusto.