Título: El Caballero de la Armadura Oxidada (The Knight in Rusty Armour)
Autor: Robert Fisher
Año: 1987
Género: Fantasía / Motivación
El Caballero de la armadura oxidada no es un libro… es una experiencia. Expande nuestra mente, nos llega al corazón y alimenta nuestra alma. Sus profundas enseñanzas éticas son de tremenda sencillez y humildad.
El protagonista, un caballero deslumbrado por el brillo de su propia armadura, no consigue comprender y valorar con profundidad lo que tiene. Descuida sin querer las cosas y las personas que le rodean.
Su armadura se va oxidando hasta que deja de brillar. Cuando se da cuenta, ya no puede quitársela.
Prisionero de sí mismo, emprende entonces un viaje. Al final del cual, gracias a la ayuda de diversos personajes, logra deshacerse de la armadura que le ha imposibilitado abrirse al mundo. Este libro nos enseña, con un sutil sentido del humor, que debemos liberarnos de las barreras que nos impiden conocernos y amarnos a nosotros mismos para poder ser capaces de dar y recibir amor en abundancia.




Frases
“Cuando en el asunto de la caballería había crisis, tenia la mala costumbre de rescatar damiselas incluso cuando ellas no deseaban ser rescatadas y, debido a esto, aunque muchas damas le estaban agradecidas, otras tantas se mostraban furiosas con el caballero. Él lo aceptaba con filosofía. Después de todo, no se puede contentar a todo el mundo.”

“Ante la mera mención de una cruzada, el caballero se ponía la armadura entusiasmado, montaba su caballo y cabalgaba en cualquier dirección. Su entusiasmo era tal que a veces partía en varias direcciones a la vez, lo cual no es nada fácil.”

“A todos, alguna armadura nos tiene atrapados. Sólo que la vuestra ya la habéis encontrado.”

“Cuando la armadura desaparezca y estéis bien, sentiréis el dolor de los otros también.” - Bolsalegre

“Aún no había encontrado a Merlín a pesar de haber viajado muchas leguas. Lo que le hacía sentirse peor aún era que ni siquiera sabía cuánto era una legua.”

El Caballero: -No he venido hasta aquí para ser insultado.
Merlín: -Quizá siempre os habéis tomado la verdad como un insulto.

“-Sois muy afortunado -comentó-. Estáis demasiado débil para correr.
-¿Y eso qué quiere decir? -preguntó con brusquedad el caballero. Merlín sonrió por respuesta.
-Una persona no puede correr y aprender a la vez. Debe permanecer en un lugar durante un tiempo.”

“Rompió una caña, puso un extremo en la copa y deslizó el otro por uno de los orificios de la visera del caballero.
-¡Ésta es una gran idea! -dijo el caballero.
-Yo lo llamo una pajita -replicó Merlín.
-¿Por qué?
-¿Y por qué no?
...
-Deberíais lanzarlo al mercado. Os haríais rico.
Merlín se limitó a sonreír.”

“Las lagrimas de auténticos sentimientos me liberaran de la armadura.” - el Caballero.

“Cuando aprendáis a “aceptar” en lugar de “esperar”, tendréis menos decepciones.” - Rebeca.

“Uno debe estar solo para poder dejar caer su armadura.” - el Rey

“El conocimiento es la luz que iluminará vuestro camino.”

“El caballero lloró aún más al darse cuenta de que si no se amaba, no podía amar realmente a otros. Su necesidad de ellos se interpondría.”

“Sólo podéis amar a otros en la medida en que os amáis a vos mismo.” - Merlín
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Personajes














Opinión Personal
Inicié el viaje con el valiente Caballero, divirtiéndome con algunas de sus singulares actitudes, como rescatar damiselas que no querían ser rescatadas.
Cuando leía sobre su armadura, el por qué la usaba, y los problemas que ésta le causaba, me llevaba a pensar en algunas personas que yo conocía en la vida real. Tal vez también en mí misma, pues de alguna forma todos llevamos una armadura que usamos para protegernos de lo que pensamos nos hace daño. El problema nace cuando no sabemos o no queremos quitarnos esa armadura y en lugar de protegernos, se convierte en una barrera que nos impide relacionarnos con los que nos rodean.
Lo primero es darnos cuenta de los problemas que esta armadura nos acarrea. Algunos ya no nos reconocen y hasta se alejan.
Después viene todo el proceso de cómo quitarnos esa armadura, lo cual nos obliga a recorrer un largo camino que no está exento de dificultades. Y que importante es buscar ayuda y tener quien nos acompañe en esa travesía.
Aunque sentí el final un poco flojo, quizá muy simple, en general el libro me gustó mucho. Buenos consejos, momentos muy divertidos y una gran enseñanza con la cual quedarse.



