Título: Donde habitan los ángeles
Autor: Claudia Celis
Año: 2006
Género: Juvenil
"¿Por qué todos aquellos a los que amamos en la vida tienen que desaparecer?" se pregunta Panchito, el protagonista de esta novela.
Durante las vacaciones, Panchito y otros sobrinos de tío Tacho y tía Chabela llenan de alegría la casa familiar de San Miguel.
Cuando las vacaciones llegan a su fin, todos los sobrinos vuelven a su hogar, pero en una ocasión Panchito no lo hace.
"La casa parece más grande. Enorme. ¿Será que la tristeza nos hace empequeñecer?...
"
"Chucho nos tranquilizaba diciéndonos que no perdiéramos las esperanzas, que confiáramos en nuestro tío: "Seguramente antes de que anochezca volverá por nosotros." Eran las dos de la tarde."
"¿Cómo acepta que alguien le asegure que puede disponer de lo ajeno? Si le hubiera ofrecido mi instrumental médico para que jugara, entonces la responsabilidad sería mía, pero si usted aceptó jugar con las plantas de su tía sólo porque yo se lo sugerí, el responsable es usted y nadie más." - tío Tacho a Panchito
"Hoy aprendieron algo muy importante, niños -nos dijo solemnemente-: comer chiles a mordidas no es cualquier cosa; den las gracias a Lino por su enseñanza."
"Cuando tenga ganas de llorar, hágalo -era la voz de mi tío Tacho-. Y hágalo fuerte, sin pena. Es la única forma de que la tristeza se licúe y se nos salga del cuerpo. Porque la tristeza es dura, Panchito, muy dura..."
"Entonces no rompa esa fotografía, mejor guárdela y mírela de repente. Cuando una persona ha significado mucho en nuestras vidas, para bien o para mal, y se ha ido, no debemos tratar de encerrarla en el olvido, porque el olvido tiene una puerta que se abre cuando menos lo esperamos y nos lanza los recuerdos como caballos salvajes que nos patean el alma. Aprenda a domar el recuerdo de esa muchacha. Los recuerdos domados no lastiman... Supongo que algo bonito, digno de recordar, le habrá dejado..." - tío Tacho a Panchito
"¿No cree que dos personas tan feítas, como mis hermanas, que por estar esperando a los de a caballo se les fueron los de a pie, podrían haber hablado solamente por envidia?"
"El equipo de alpinismo se lo dejo casi completo, sólo me llevo la brújula para no perder el rumbo donde habitan los ángeles, no vaya a ser que me desoriente y me vaya para el lado contrario."

"Chucho nos tranquilizaba diciéndonos que no perdiéramos las esperanzas, que confiáramos en nuestro tío: "Seguramente antes de que anochezca volverá por nosotros." Eran las dos de la tarde."

"¿Cómo acepta que alguien le asegure que puede disponer de lo ajeno? Si le hubiera ofrecido mi instrumental médico para que jugara, entonces la responsabilidad sería mía, pero si usted aceptó jugar con las plantas de su tía sólo porque yo se lo sugerí, el responsable es usted y nadie más." - tío Tacho a Panchito

"Hoy aprendieron algo muy importante, niños -nos dijo solemnemente-: comer chiles a mordidas no es cualquier cosa; den las gracias a Lino por su enseñanza."

"Cuando tenga ganas de llorar, hágalo -era la voz de mi tío Tacho-. Y hágalo fuerte, sin pena. Es la única forma de que la tristeza se licúe y se nos salga del cuerpo. Porque la tristeza es dura, Panchito, muy dura..."

"Entonces no rompa esa fotografía, mejor guárdela y mírela de repente. Cuando una persona ha significado mucho en nuestras vidas, para bien o para mal, y se ha ido, no debemos tratar de encerrarla en el olvido, porque el olvido tiene una puerta que se abre cuando menos lo esperamos y nos lanza los recuerdos como caballos salvajes que nos patean el alma. Aprenda a domar el recuerdo de esa muchacha. Los recuerdos domados no lastiman... Supongo que algo bonito, digno de recordar, le habrá dejado..." - tío Tacho a Panchito

"¿No cree que dos personas tan feítas, como mis hermanas, que por estar esperando a los de a caballo se les fueron los de a pie, podrían haber hablado solamente por envidia?"

"¿No cree que siempre es mejor la más amarga de las verdades que la más dulce mentira?"

"El equipo de alpinismo se lo dejo casi completo, sólo me llevo la brújula para no perder el rumbo donde habitan los ángeles, no vaya a ser que me desoriente y me vaya para el lado contrario."
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Que historia más hermosa, tan real y tan mágica al mismo tiempo. He reído con ganas, disfrutando de las inusuales lecciones de vida de un tierno tío abuelo, he sentido el tremendo amor de un cálido hogar que ha sabido acoger con ternura a quien tanto lo necesitaba y también he llorado, con el corazón apretado, ante el dolor de la pérdida inevitable.
Cada capítulo es una lección de vida, una manera inusual para enfrentar problemas y salir adelante de la mejora manera. La vida puede ser injusta y cruel, pero el amor puede darnos alas para volar por sobre el dolor.
El equipo de alpinismo se lo dejo casi completo, sólo me llevo la brújula para no perder el rumbo donde habitan los ángeles, no vaya a ser que me desoriente y me vaya para el lado contrario.
¿Donde habitan Los Angeles? Pues sin duda hay ángeles viviendo entre nosotros y algunos pueden estar más cerca de lo que pensamos.



